Ciencia

Propuestas



  1. Aumentar la inversión en ciencia, tecnología e innovación (CTI) y optimizar su distribución. Los países más desarrollados invierten hasta el 3% del PBI en ciencia, tecnología e innovación. En Argentina la inversión actual es del 0,65%. Proponemos más que duplicarla para llegar al 1,5% de la economía, incluyendo la inversión pública y la privada. Pero no se trata sólo de aumentar la inversión, sino de mejorar la federalización de su distribución, la calidad de los proyectos financiados, el seguimiento de proyectos y la evaluación de los resultados, entre otras medidas. 
  2. Más ciencia aplicada. A pesar de los aumentos en el presupuesto, la cantidad de invenciones en el país viene decreciendo desde 2007. Es esencial que nuestros científicos desarrollen servicios y bienes útiles, que cooperen en mejorar nuestra calidad de vida. Es prioritario definir un plan estratégico de Estado que, sin descuidar la investigación y la ciencia de base, defina las áreas que Argentina necesita desarrollar y volcar en ellas recursos suficientes para lograr los objetivos propuestos. La ciencia, tecnología e innovación cuando se traducen, generan soluciones y oportunidades de empleo con mayor valor agregado así como también, una independencia tecnológica: no depender de otros países para solucionar problemas o necesidades del nuestro. 
  3. Científicos que atraviesen los ministerios. Una deuda que aún tenemos a nivel nacional es que el gobierno continúa funcionando con una dinámica de silos, sin vínculos coordinados y transversales entre los ministerios. Al ser la ciencia, la tecnología y la innovación elementos imprescindibles para el desarrollo de un país y el progreso de su gente, proponemos generar ámbitos de coordinación que potencien los esfuerzos e iniciativas hechas en ciencia y tecnología. Es esencial tener transversalidad gubernamental coordinada y un vínculo directo y ágil con actores de sectores, organismos públicos, academia y sector privado que puedan intervenir en cada proyecto particular. 
  4. Reconocer a los que hacen ciencia. Es momento de remunerar competitivamente a todos los científicos y premiar a quienes con sus invenciones encuentran soluciones para problemas de nuestra sociedad. Al mismo tiempo, darles mayor difusión para que todos sepan quiénes son y para qué sirve lo que hacen. Ayudarlos para que puedan proyectar sus inventos al resto del mundo, facilitando el vínculo con el exterior. También facilitarles los procesos de obtención de financiamiento y de traducción de su conocimiento en servicios, sistemas y bienes que vuelvan a la sociedad.
  5. Que ser científico sea una de las profesiones más elegidas. En un contexto tan competitivo, en el que crecen exponencialmente las posibilidades para quienes poseen conocimientos de valor agregado científico-tecnológico, es fundamental que el Estado estimule para que cada vez sean más los jóvenes que elijan desarrollarse en esta materia. 
  6. Potenciar el impacto social del CONICET. En el CONICET encontramos científicos e investigación de altísima calidad. Es la principal cuna del crecimiento y desarrollo de la ciencia en Argentina y queremos que siga siéndolo. Proponemos potenciar adicionalmente su talento poniendo en marcha un plan de transferencia de tecnología e innovación para generar mayor impacto social. Para lograrlo son numerosas las acciones que hay que realizar, entre las que se destacan una valorización mayor de las transferencias para la carrera del investigador, así como también un aumento de los recursos para tecnología e innovación, sin descuidar aquellos que van para la ciencia.
  7. Facilitar la vinculación y transferencia tecnológica de la xiencia. Generar una eficaz red de expertos en transferencia tecnológica que facilite a los científicos la traducción de sus invenciones en posibles productos y servicios. Encargándose de la confección, presentación y defensa de las patentes, así como también de la proyección del invento como un emprendimiento, buscando posibles fuentes de financiamiento, negociando con organizaciones, haciendo un seguimiento de la evolución para que, en definitiva, la implementación de la ciencia sea una realidad.
  8. Impulso a los emprendedores y Pymes que realicen proyectos científico-tecnológicos con impacto. Los nuevos emprendimientos y Pymes que estén haciendo proyectos de base científico-tecnológica que sean útiles para la sociedad, van a poder acceder a financiamiento para hacer su desarrollo. De esta manera simplificaremos el proceso de aplicación y requisitos para acceder a capital intensivo, además de aumentar los montos límites. Y para que cada vez sean más los que tengan la posibilidad de crecer, generaremos un mercado de capitales que estimule a las empresas científico-tecnológicas.

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